lunes, 13 de mayo de 2019

A tu favor

Andabas descalza en caminos de piedras.
Buscabas perdices entre las lombrices.
Vestías harapos de lona por perlas.
Perdías el mar azul en tus narices.

Relampagueabas el Cielo sin razón aparente.
Mojabas las velas de tu propia carabela.
Yo, en la costa, veía tu lucero. Inverbe.
Yo, parado, deseaba tus mejillas canela.

Buscaba esos cachetes de niña palpar.
Y al frente de ese rostro inocente hablar.
Sobre un futuro mejor, que ha de llegar.

Que Dios y la Virgen contigo han de estar.
Que mi solitaria alma, mi compañía, no faltará.
Y que, problemas aparte, a tu favor todo será.

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