lunes, 13 de mayo de 2019

A tu favor

Andabas descalza en caminos de piedras.
Buscabas perdices entre las lombrices.
Vestías harapos de lona por perlas.
Perdías el mar azul en tus narices.

Relampagueabas el Cielo sin razón aparente.
Mojabas las velas de tu propia carabela.
Yo, en la costa, veía tu lucero. Inverbe.
Yo, parado, deseaba tus mejillas canela.

Buscaba esos cachetes de niña palpar.
Y al frente de ese rostro inocente hablar.
Sobre un futuro mejor, que ha de llegar.

Que Dios y la Virgen contigo han de estar.
Que mi solitaria alma, mi compañía, no faltará.
Y que, problemas aparte, a tu favor todo será.

viernes, 8 de marzo de 2019

Sufrimiento: La esperanza de ser mejor

Bueno... hola. Para quienes les gustaba ver este casi exánime blog... bueno, aquí estoy de nuevo ( xd ).

 No puedo creer que estés usando esa carita acá...

-Bueno, lo vi bonito. Me pareció gracioso.

-Ya no seas aguafiestas. Le ha costado mucho esto.

-Esta bien. Mi pequeño caballero, empieza con lo que hemos aprendido.

-Gracias. (este par ( ¬¬ ))

Buenas noches (porque ahurita es de noche donde estoy) de nuevo. El año pasado ha sido un año muuuuuuuuuuuy duro. Y he tenido oportunidades de escribir, pero no de subir algo. Aún tengo cosas pendientes, pero los subiré en su momento.

Por otro lado... quiero regresar a publicar  con un artículo filosófico. Pero no con un tema netamente filosófico. Sino más que nada una reflexión. Sobre algo que mucha gente conoce, pero todos sabemos que detestamos. Sin embargo, no saben muchos su principal utilidad.

El sufrimiento.

Bueno, en vista que desde hace un año volví a creer en tener esperanza gracias a... (ya oe no te metas todavía). *Ejem*. Bueno, decía que hace un año alguien me enseñó a recobrar la esperanza. Por eso el título. Pero... ¿qué tiene que ver la esperanza con el sufrimiento? Poco. Pero lo traducimos en algo muy importante:

Una oportunidad.

Todos los seres humanos buscamos una oportunidad para realizar una acción. Para realizar desde una acción normal y rutinaria hasta, sobre todo, una proeza. Esas oportunidades nos ayudan a avanzar, a seguir. O, si las desaprovechamos, nos retrasan en nuestra vida o, en el peor de los casos, arruinan todos los planes de una vida. Pero de eso se trata la vida: una interminable montaña rusa, ¿verdad? En la cual debes tener cuidado de no descarrilarte. O quizá el carrito ya tenía una falla. Pero lo más tonto es malograr tu propio carrito para que te caigas... Eso es desaprovechar una oportunidad, una vida en general.

Te descarrilas y mueres.

Pero bueno... ¿cómo aprendemos a no descarrilarnos, a evitar que el carrito se desgaste, a aprovechar cada subida y cada bajada para llevar una vida más llevadera? Porque estar ahí en el aire entre fierros da miedo. Pues... la respuesta está en aprovechar esas bajadas. Piensen simplemente: La parte más suave de una montaña rusa es la subida. Subes y subes y subes despacio, tranquilamente. Vas armando las cosas de tu vida con calma, sin ningún apuro, viendo que nada se salga de control... cuando...

¡PUM!

Empiezas a caer de golpe. Y ahí sientes tu alma salir por la boca.

Y de la misma forma que en esa montaña empiezas a sentir vértigo, en tu vida empiezas a sufrir. A caer sin control. Pero no te tienes que sentir mal, mi estimado lector. La vida... es así. Y lo más importante de todo: luego de la caída, empiezas a subir. Y usualmente con más fuerza.

Y es que es así. Quiero empezar con este punto citando a la naturaleza. Quizá el caso más importante es de las bacterias. Estos seres microscópicos soportan temperaturas más extremas, ambientes más extremos y cosas así, gracias a una coraza natural que tienen. Pero depende de qué tan resistente fuera esa coraza. porque si no lo es, pues mueren. Pero... ¿qué pasa si esa bacteria resiste las inclemencias del clima o de las condiciones? Exacto: se hace más fuerte, más resistente.

La razón por la cual estamos próximos a un armagedón (debido a plagas resistentes a antibióticos) es la misma que define a la naturaleza de cada ser vivo (incluso en la nuestra y la capacidad de aguantar días sin comida): estás en un ambiente hostil. Sufres, aguantas, resistes. Te vuelves más fuerte y creces.

Y avanzas así hasta la siguiente caída de la montaña rusa. Pero te vuelves a levantar y subes de nuevo. Y más y más alto.

Y eso, chicos, es lo importante de sufrir. Nadie quiere sufrir: que te rechacen, perder una nota, que te muelan a palos, quedar agotado, enfrentar la muerte de un ser querido... nadie. Nadie nunca busca eso. Claro, excepto un masoquista, pero ese es otro tema. Sin embargo, esos eventos siempre dejan una marca en cada uno: te vuelves más práctico y sabes qué evitar para ser rechazado, estudiar lo que te falta, dónde no meterte para evitar peleas, tu cuerpo empieza a aguantar el desgaste, sabes como afrontar el dolor y el vacío... Todo se traduce en una posibilidad de hacerse más fuerte, mejor. Como una bacteria.

Una pequeña e improbable esperanza de ser mejor. Y es lo que sucede.

Una buena amiga (sí claro, campe...(DEJA YA BASTA USTEDES DOS) (Deja que me lo lleve...)) me dijo un día: "Cada vez que recibimos un golpe en la vida, algo atrás dejamos. Una parte de nosotros muere. Pero se sacrifica para hacernos más fuertes". Diciendo esto ("tmr" ya empezó a llover ( ¬¬ )), lo hacemos sonar como "¿nos volvemos más fuertes pero bajo un alto costo? pffff". Pero meh... así no son las cosas. Es que cada golpe nos enseña algo distinto. Y la enseñanza es proporcional. Y claro, de la misma forma que el metal, al ser herrado, cambia su forma para siempre, igual nosotros. Sin embargo, su composición no cambia. Siguen siendo cobre, bronce...

hierro, oro...

Y eso es lo importante.

Quiero recalcar con esto, mejorando lo que me dijiste, amiga (sí clar...(¡YA VAMOS!)) ... ( ¬¬ ). Quiero mejorar este punto, amiga, repitiendo lo que ese día también te comenté: está bien, sacrificamos algo. Algo dejamos que luego nos ayuda a entender lo dura que es la vida. Sin embargo, no vas a pretender dejar de ser tú. De la misma forma que el hierro se oscurece luego de las brasas, uno va a parecer extraño consigo mismo. Pero, luego el hierro se vuelve más duro a medida que se enfría. Y luego lo afilan para determinado proceso. Y así se transforma en algo mucho mejor que un mero pedazo de metal. Y en eso se traduce: ¡un cambio!

Lo importante de sufrir... es lo que vas a obtener después de terminar tu proceso de cambio. Es lo que vas a obtener después de tener que pasar por una determinada adversidad. Lo que vas a pulir cuando vuelves a encontrarte con tu yo, con tu esencia, y lo vas puliendo. Y eso es lo que cuenta: la oportunidad de volverte mejor. La esperanza de que mañana será mejor tu vida y tu forma de afrontarla.

Mas, es natural no querer afrontarlo. Y es que sufrir, cambiar, no es fácil. Es terriblemente duro.

Los ejemplos que puse arriba son muy buenos. Tipifican varios tipos de sufrimiento según un tipo de miedo. Desde un miedo social hasta un miedo tanático. Te da miedo esa situación porque piensas que algo tuyo está en peligro, aparte del dolor que vas a sentir. Y es normal. Pero lo importante es saber usar ese dolor y usarlo para que, a la siguiente, no duela tanto. Y no sea tan difícil. Al fin y al cabo, de eso se trata la vida: de afrontar situaciones.

Pero es tan difícil... pero, ¿por qué? La gente de mi generación se tendrá que poner a pensar: ¿Por qué tiende a parecer que las generaciones anteriores podían aguantar más sufrimiento que nosotros? Y la respuesta es fácil: ¡Porque han estado aguantándolo toda su vida!

La vida hoy por hoy es tan fácil que la gente no suele tener problemas muy graves. Usualmente, son problemas sociales, no de supervivencia. Y justamente, los problemas de supervivencia, esos que te dan un miedo a morir, son los que más imprimen carácter. Los que más te hacen sufrir, pero los que más te ayudan a hacerte mejor (claro, si sabes como superarlos). Que no sabes si mañana vas a comer o no, que si tienes alguna enfermedad, que si un familiar se va... (sé que ya repito este último dos veces, pero es así, pues). Uno te enseña a valorar lo poco que puedas tener y saber administrar tus cosas; otro, a valorar cada segundo de tu vida y usarlo para bien. Y el último... es quizá uno de los más importantes: Te enseña sobre el crudo curso de la vida y la muerte. Sobre como, según lo que decía un filósofo (Heidegger, creo) saber cómo es la muerte, a lo que nos enfrentamos. Y, justamente, para que algo nazca algo debe morir, porque todo está conectado. Una planta muere para que las hormigas produzcan su alimento, y así construyan la selva. Un ciervo muere para que se alze el nuevo rey de la selva, un cachorro de león en formación. Y, la más cruda: uno de nuestros seres queridos se va para dejarnos una marca imborrable en nuestra forma de ser y en nuestros recuerdos. Pero, al igual que las hormigas y que el cachorro, depende de uno que esa marca imborrable perdure y trascienda. Las hormigas, levantando el bosque. El león, creciendo grande y marcando su territorio. Y nosotros, pues, con la memoria y las enseñanzas de aquellos que se han ido y usándolas en nuestra vida.

"Juega con tus cartas limpias
en el juego de la vida,
al morir nada te llevas,
vive y deja que otros vivan"

"If I die before I get it done
will you decide
Take my words and turn them
into signs that will survive"

(Ahhh... "El Juego de la Vida" de Daniel Santos con la Sonora Matancera y "Brendan's Death Song" de Red Hot Chili Peppers).

-¿Ya todo bien? Te pusiste un poco melancólico...

-Sí... creo que sí.

Bueno... me salí un poco del tema ( xD ), pero creo que a qué va el punto... como que les he contado un poco en qué consiste un caso específico, pero también podré seguir exponiendo mi punto. Las situaciones de supervivencia de las que hablo. Que implican sufrir más y, por ende, estar más preparado para la vida. Y si bien las sociedades cambian, también su gente y su fuerza en suma. Y, como dice un viejo refrán:

"Tiempos difíciles crean hombres fuertes.
Hombres fuertes crean tiempos fáciles.
Tiempos fáciles crean hombres débiles.
Y hombres débiles crean tiempos difíciles"

Y bueno, estamos en tiempos fáciles. ¡No podemos dejar que se crean tiempos difíciles para ahí recién reaccionar! Así que, debemos, por cada situación pequeña, aprender bastante. De ahí, podremos enseñar sobre la vida a aquellos que nos sucedan. Y enseñarles que sufrir por algo no está mal. Igual, la vida va a estar llena de dolor. Lo que está mal es tirarse para atrás y no afrontar las cosas. Dejar que los problemas, que el sufrimiento te haga perderte, te consuma, te destruya.

Lo importante es asimilarlo y usarlo para ti para un futuro. Que tengas la esperanza de ser mejor con cada vez que sufras por algo.

Un saludo. Y espero esto les ayude algún día.
Jericó