-Creo que ya puedes continuar
-Wao, primera vez que vienes tú aquí.
-Estás escribiendo sobre el siervo por excelencia de Dios. Obviamente, debo estar presente.
-Bueno, ok. Bienvenido
Sigamos... había quedado en el hecho de que era ya casi imposible continuar debajo del Sol: mucho calor, la gente se peleaba... y poco o nada los espectáculos bajaban la cólera de la gente. Y pasó algo malo...
-Estás escribiendo sobre el siervo por excelencia de Dios. Obviamente, debo estar presente.
-Bueno, ok. Bienvenido
Sigamos... había quedado en el hecho de que era ya casi imposible continuar debajo del Sol: mucho calor, la gente se peleaba... y poco o nada los espectáculos bajaban la cólera de la gente. Y pasó algo malo...
Habían acabado ya los números. Éramos de verdad un pueblo entero.
No podía ver más allá y me sorprendía que la gente seguía llegando. Y en eso
pasó: estábamos tranquilos ahí mi amiga y yo, y vemos que las zonas contiguas a
donde estábamos acostados en la tierra se empezaban a mover: ¡la gente se
agolpaba hacía adelante! Dijimos a la gente alrededor que se tranquilicen, que
no sabíamos que estaba pasando y no hagan tonterías. Y justamente los señores
de adelante que se creían "peaje" ( ¬¬ ) se levantaron y... tiraron sus cosas hacia adelante,
pegados a la reja ( :facepalm: ). Y por ende... la gente de atrás
se abalanzó contra nosotros: la gente que estaba al medio ( D: ). Intentamos con mi amiga avanzar junto con el grupo; pero
por si fuera poco, una señora nos atrancó aduciendo que su sitio esto su sitio
lo otro. Casi nos aplastan por eso ( ¬¬ ).
Y nos quedamos ahí...
atrapados.
A todo esto: es increíble las
formas que tiene Dios para ahuyentar o botar a la gente que no se merece estar
en su presencia: alguna vez, en mi universidad que había una asamblea, se había
acordado rendir honores a la imagen del Señor de los Milagros que iba a pasar
cerca de nosotros. Sin embargo, un idiota (porque por su forma de hablar lo
fue), aduciendo que "estado laico" y demás salvajadas, debíamos
proseguir en otro lado la asamblea. Sep, me quedé. Y no solo: sino con varios
chicos más. Entendí ahí que los demonios escapan ante la presencia de Dios.
Igual con un viral muy conocido: en una universidad de Australia, dos chicas entregando
folletos de feminismo se escapan al ver una pequeña procesión volteando la
esquina. Es muy bueno el vídeo. Asimismo, ese día se retiraron solitas unas
señoras bien viejas y al parecer maleducadas. Sep: también se creían peaje.
Luego de que todo el mundo
avanzara, estas señoras, creyéndose reserva moral del país, empezaron a tildar
de bestias a sus propios hermanos! Y, como cereza del pastel, se retiraron no
sin antes decir que conocían gente importante ( :v ). Sos grande, Dios.
Aún así, estaba muy metido. Y
me imaginaba cómo hacer para que mi carta llegue a manos del Papa... ( :S )
Siguieron momentos de
silencio... y peleas. me llegaron. Les grité a todos "estamos en esta
situación por culpa de todos, porque se peleaban por un sitio que al final iban
a perder. Estamos así porque todos se peleaban en lugar de buscar una
solución". Por fin se callaron. Al menos las aguas se calmaron y empezaban
algunos chistes y comentarios sarcásticos ( xd ).
Mi abuelo tiene una frase que
siempre le decía a mi mamá, y ella nunca entendía: ¿Por qué los hombres tenemos
que esperar a tener al frente a un Cristo para darnos cuenta de que la
estamos... haciendo las cosas mal? (bueno, mi abuelo no habla tan suave ( xD ), así que...). Yo si la entendí hace tiempo... Y hace
tiempo también tenía mis dudas. Recuerdo haber usado una clase de la academia
para ello.
Hasta que el momento llegó... ¡Francisco llegó a la Base aérea Las Palmas! ¡Y todo el mundo se llenó de algarabía! La desesperación de unos por verlo hizo que se subieron a las banquitas que se habían comprado hace unas horas. Todos querían verlo...
Hasta que el momento llegó... ¡Francisco llegó a la Base aérea Las Palmas! ¡Y todo el mundo se llenó de algarabía! La desesperación de unos por verlo hizo que se subieron a las banquitas que se habían comprado hace unas horas. Todos querían verlo...
Y yo quería estar cerca. Pero
no podía avanzar más. Creo que, a fin de cuenta, no era mi momento.
Mi única visión fue ver su
brazo bendiciendo. Y, créanme: la primera sensación al verlo fue... ( ._. ).
Podrán decir lo que quieran: los herejes, ateos o sus mismos detractores dentro
de la Iglesia. Pero la presencia de Francisco... es abrumadora. No podía
contener las lágrimas. Es quizá el aura más fuerte y Santa que he sentido en
toda mi vida...
Francisco, sin duda, es un
elegido. Es el Papa. Y está con Dios.
¿Se acuerdan de la señora que
me cerró el paso? Pues le estaré agradecido de por vida: agarró mi carta y se
subió a su banco: no dejaba de mostrar el mensaje mientras esperábamos que
Francisco vuelva a pasar. Y volvió a pasar. Y yo no lo vi. Pero mi carta estaba
a su vista. Y la señora, con el brazo en alto, mostrando la carta. Una actitud
que... me llenó de esperanza. De verdad: Dios la bendiga, señora ( :') ).
No puedo estar seguro de si
Francisco lo vio, pero estuvo ahí. Y quizá si lo vio...
Y pues... llegó el momento de
la Misa. Francisco se dispuso a prepararse para la Misa. Su túnica verde para
empezar el Sagrado Momento, lo cual denota el Tiempo Ordinario. Y la gente pasó
de reclamos a pequeñas bromas para pedirle a la gente que baje de sus bancos.
Hasta se hacían barras ( xD ). Y todos estaban ya preparados
para la Misa. A guardar cámaras y a mostrar respeto.
Las faltas de respeto se
quedaban atrás... y un solo Cuerpo se hizo toda la gente agolpada en el lugar.
Los momentos pasaban. El rito
inicial, las lecturas. El Evangelio... Hablaron del llamado a predicar, lo que
hizo Jonás en Nínive, sobre aprender sobre las instrucciones de Dios, la
enseñanza de Pablo a los Corintios sobre que este mundo va a pasar. Y el llamado
de los 4 primeros apóstoles por Jesús. Todo que tiene que ver con la prédica. Y
la Homilia fue simplemente magnífica: ahí vi que los corazones estaban más que
atentos.
Francisco siempre se ha visto
con un Papa preocupado por la labor pastoral, por llegar a aquellos que no
tuvieron una buena "suerte" para nacer. Y habló crudo por ello:
entendí que hablaba de aquellos que llegan a una ciudad como Lima como
"sobrantes humanos"... y pues, así los tratamos. Entendí que el
simple hecho de pasar de largo de una persona que necesita en la calle es
tratarlo como "sobrante". Y si voy a luchar contra la causa progre de
eliminar vidas por simple gusto, como el aborto, pues sería bien hipócrita...
Habló también de la importancia
de ser luz en un lugar como la Gran Ciudad; una ciudad como Lima que tiene
tantas realidad y sucesos, no debemos dejar que crezca en la inmundicia y el
morbo, y mucho menos alimentarlo. Entendí que debo aceptar la misión
evangelizadora que aceptaron los apóstoles, no escapar como lo hizo en un
comienzo Jonás, ser eficiente para trabajar por el Señor y, lo más importante:
brindar luz a aquellos que hemos hecho sentir como "sobrantes
humanos". Y sobre todo: que tengamos el valor de caminar la ciudad
con Jesús.
"Que tu misión es traerlos de vuelta a casa, no juzgarlos".
Salí de mi casa preguntándole a cada uno si querían que pida algo por ellos. No todos respondieron. Pero los que respondieron, la tenían clara. Inteligencia para el país, no injusticias, éxitos, unión familiar... La voz de aquellos que escogieron no ser escuchados, pues la llevé conmigo. Así como sus intenciones y salud.
Luego de unas oraciones, sentí el peso de llevar sufrimiento. Mi familia estaba ahí conmigo en alma, diciéndole a Dios y a Francisco que se acordara de este apellido, que vamos encontrando la la forma de hablar y sobreponernos al dolor... Y yo, llevando el sufrimiento.
Pasando el momento, unos ritos un tanto confusos... y llegamos a la consagración. Mientras yo solo veía como la gente estaba ahí apoyándose entre ellos cuando repartían agua. Viejos e insolados primero. Todos ponían el hombro...
Mi abuelo tiene una frase que siempre le decía a mi mamá, y ella nunca entendía: ¿Por qué los hombres tenemos que esperar a tener al frente a un Cristo para darnos cuenta de que estamos haciendo las cosas mal? Yo también me preguntaba lo mismo, y llegué a entenderlo: Porque es nuestra naturaleza imperfecta. Aquella existencia que necesita de Dios para poder ser algo siquiera. Y esa existencia que nos hace caer, estar en el hueco más hondo... y con algo de fe, voluntad y decisión, enfrentar al demonio más fuerte. Y resurgir. Que golpearemos un millón de veces; y pediremos perdón un millón un veces, pero aún así intentaremos redimirnos de la mano del Señor.
(Señor gordito de polo azul... nos peleamos, le pido disculpas por todo. Sigamos adelante siendo Iglesia).
Hasta ahora no sé como sacamos la gran mayoría de presentes para agacharnos en genuflexión cuando Francisco consagraba el Cuerpo y Sangre de Cristo...
Y llegó el momento de comulgar, luego de una paz muy revitalizante. Por fin: todos nos pusimos de acuerdo para comulgar. Hicimos nuestra cola (a lo que se podía) para que el sacerdote que vino a comulgarnos pueda acabar rápido y bien. Ah, cierto:
Sinceramente... una hostia consagrada por el Papa es otra nota ( :D ).
Luego, a sus sitios y unas palabras de Cipriani, el Cardenal. Unas palabras muy bonitas al Santo Padre, en sí. Y luego, la bendición final. Y yo, a la expectativa para, con carta en mano, alcanzar al Francisco antes de que se vaya. Me despedí de mi amiga, le di las gracias. Chapé mis cosas y me decidí a buscarlo. Todo enrejado y sin salida... ¡Vi a la señora de rosado! Aquella que fue botada por la gente de mi alrededor.al comienzo. Me contó que la mandaron cerca de la reja; y pudo verlo a Francisco de cerquita. "Me hicieron un favor", me dijo. Ahí entendí el tema de la Divina Providencia... Mientras llama a los suyos, bota a los que se deben ir. Y, entendí, yo debía estar ahí pero no verlo a Francisco. Más después de ver a lo lejos un helicóptero... y que un señor me explique que era parte de su seguridad: una forma de cuidarlo desde el aire. Osea, ya se estaba yendo ( :'( ).
Bueno, aquí empieza mi peregrinación: era hora de irme. Y estaba solo, sin celular ni nada. Sólo una señora que, luego de botar el miedo, me prestó su celular pa llamar a casa. Lo que sí... en ese momento... mientras terminaba de llamar, una señora ve hacia arriba y pasa la voz a todos: "¡Miren, qué bonito Arcoíris!
Y ahí entendí...
Un bonito Arcoíris se sentó en el cielo. Tal como se ve en la tele o las películas, era un arco que iba de un lado a otro. Y yo me preguntaba "¿cómo es esto posible, si no veo que vaya a llover ni nada?" Y los pensamientos de culpa por no haber llegado donde Francisco... se esfumaron. Porque el Arcoíris me mostró algo: no solo mi mensaje, sino el de todos los presentes, había sido escuchado. Aproveché para una petición más, por dos amigos de mi chamba; y se creó un pequeño arco más debajo del gran Arcoíris (mejor amiga, que sé que estás leyendo esto, tuviste un lugar especial y único en ese Arcoíris ( :D )).
Y ahí entendí que fui escuchado. Que el dolor de mi familia sería puesto en observación. Y que todo tendría que ir bien de ahora en adelante...
Y así, se murió la tarde en la Base Aérea Las Palmas. Con Esperanza, prédica, redención... y mucha basura de por si ( :/ ).
Alguno escuchó del millón 700mil asistentes? Créanme, si lo éramos ( .__________. ). Las calles de la salida estaban abarrotadas, los restaurantes tenían colas y los buses hacían rutas especiales; incluso buses ajenos a la celebración. Todo llenesito de gente. y así, empecé a peregrinar: caminar más de 20 cuadras, sortear cuadras y avenidas hasta llegar de la base aérea hasta la carretera de Evitamiento, justo donde llegué a la Base. Recuerdo que salí 6:30 p.m. de la base. Habré llegado al carro a las 8:30 p.m.. Terminé llegando a casa a las 9 de la noche: cansado, quemado, deshidratado... pero lleno de fe y lleno de Esperanza. Aprendí que está bien vivir con Esperanza. Si bien no tanta, pero una Esperanza a largo plazo del "todo va a salir bien" está más que genial.
Llegue a casa y la expectativa de mi llegada. Les conté mi travesía: como un chico, antes señalado, hoy buscaba pedir por el dolor de aquellos que levantaron el dedo; y por la unión de esa familia que lo vio crecer y, dicho sea de paso, logró reunir otra vez a su familia.
Y así... 9 de la noche llegué y dejé mis cosas. y justo 10 días después (o bueno, ya once) vengo ante ustedes a contarles esta historia... esta magnifica historia en la que el Peregrino por excelencia de Jesucristo habló y mejoró los corazones que forman parte del Cuerpo físico de la Iglesia.
-¿Porque todo se puede sólo en Cristo!!!
Y... esa es mi historia.
Un saludo.
Jericó