domingo, 26 de enero de 2014

Acordes de un Lamento y promesas incumplidas

Surcando vidas pasajeras
Abriendo caminos y zanjas
va este vagabundo
trazando su propia tum... destino.

¿Qué es el ser? Pues, casi nada
¿Qué es aquella existencia efímera
de todo ser humano
que brinda su mano entre tinieblas
y recoge monedas, sal y algas?

Pues... casi nada

Abriendo camino y zanjando tumbas
Sesgando vidas y rompiendo puertas
Mas una promesa... de fuerza.
Voy pisoteando, y prometo volver
a levantar una efigie, un obelisco, un altar
en honor a aquellos miserables
cuyos cuerpos, secos a las inclemencias del Sol
y podridos a la crueldad del mal tiempo,
dejé en la fría acera del suelo.

Mas... reconozco este lugar.
La última vez que sonreí...

¿Qué es, pues, la vida misma:
el respirar átomos de oxígeno
para el metabolismo complacer;
para luego arena volvernos
y completamente desaparecer?
¿Qué es, entonces, la existencia mía
sin una mano que me recoja
sin un aliento que me llame
sin un acorde de cuerdas vocales
que suenen música en mis oídos
y dejarme aquí tambalear
el frágil equilibrio del desequilibrado,
el frágil establecimiento del morador,
el frágil río de tu mirar
el frágil adormecimiento de la sociedad
la frágil armonía de la Naturaleza?
Solo uno lo puedo destruir...
y me lo permites.

y, ¿Qué se hace?
Pues... prácticamente nada.
Se disuelve en la sangre que corre
por las veredas de los caminos
y escurre en la tierra
de los pozos de los difuntos.
Mas, este lugar
me hace intimidar...

Recordar... destruir...
Olvidar

Y lloré sangre
pasando por aquel lugar
en que te vi.
Viendo aquellos recuerdos
que como nubes en ventarrón
corriendo se van.
Acariciando con recelo
las alegrías que te di
Mas, las despide mi "hasta luego"
mi "hasta siempre"
mi "hasta el fin".

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